El niño del vagón

Hay historias detrás de cada acorde, y detrás de cada cuerda rota

Mas desachirado que arreglado
En un vagón del metro Tacuba
Junto a un puñado de gente rara
Canta un niño algo desafinado

Acompañado de una vieja guitarra
Con cuerdas que parecen hilos
Qué suerte le espera a este niño
Con un antifaz de polvo en la cara
Que esconde y disfraza sus lágrimas

El canta, no roba como los que escuchan
Y los que escuchan solo miran y juzgan
Su cabello largo y su ropa manchada
Sus zapatos viejos  su cara empolvada

El toco y canto hasta la última estación
Qué triste, solo una moneda recibió
De los más de cuarenta oídos del vagón
Que hoy escuchan y cantan en coro
Las canciones que el niño escribió

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Sinapsis sin contacto

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“La atracción mental es mucho más fuerte que la física, porque de una mente no te libras ni cerrando los ojos...” Como un destello, como rayos llegas a mis pensamientos Tormenta de ideas que revive a las neuronas que creía ya muertas Acaso puede una de ellas extender su luz como lo hace una estrella Para conectar dos mundos y con algo de suerte conectar nuestras mentes Como puedo llamarle a esta amalgama casi ficticia De ideas, de estrellas, neuronas, células y planetas Te veo entre tus letras explosiva como supernova O serás una neurona que fugaz de encendió un único instante Una lluvia de neuronas tomándose de la manos que no tienen Con tal de que tan solo una entre millones logre lo imposible Mientras tanto mis neuronas y quizás las suyas de emborrachan Con el vino añejado de sus ocurrencias y las mías Quizá seas uno mas de mis sueños, de mis versos O quizá solo quizá esta vez seas la dueña eterna de ellos Tu universo distante y el mío expectante al choque de
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